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Paciencia: tu mejor aliada en la crianza

Agenda una visita guiada de ABCnMe, y únete a nuestra familia para darle a tu hijo o hija la mejor base para el mejor futuro.

La paciencia no es un acto heroico ni una meta inalcanzable. Es una presencia constante que nos acompaña en cada rincón de la crianza: desde las prisas para salir de casa hasta las batallas por los vegetales en la cena. Es esa fuerza silenciosa que nos sostiene cuando las rabietas parecen interminables o cuando el caos de un día lleno de "¡No quiero!" nos hace cuestionar si estamos haciendo las cosas bien.

Niños tomados de la mano durante una actividad en el preescolar ABCnMe en Panamá, reflejando el valor de la empatía, la conexión y la paciencia en la crianza.

Paciencia en la Crianza: Educar con Paciencia es Educar con Amor

Una crianza desde la paciencia no significa nunca perder la calma. Todos somos humanos, y hay días en los que sentimos que no podemos más. Pero la paciencia no se trata de perfección, sino de pequeñas elecciones diarias: respirar antes de responder, escuchar antes de imponer, y ver a nuestros hijos como seres únicos que están aprendiendo a su propio ritmo.


Cuando un niño se niega a cooperar, no siempre es por desafío. Muchas veces están explorando límites o simplemente no saben expresar lo que sienten. Rafael Guerrero, psicólogo y experto en educación emocional, lo resume así:


"La paciencia no es solo para los niños, es también para nosotros mismos. Nos da espacio para responder en lugar de reaccionar, y esa diferencia transforma la crianza."


Cómo la Paciencia Cambia la Dinámica Familiar

Imagina este escenario: tu hijo está gritando porque no quiere recoger sus juguetes. Es tentador reaccionar con impaciencia, pero ¿qué pasaría si, en lugar de insistir, te agacharas a su altura y le dijeras: “Sé que no quieres hacerlo ahora. A veces es difícil cumplir con lo que no nos gusta, pero podemos hacerlo juntos”? Esa pausa puede ser todo lo que necesita para sentirse comprendido y cooperar. Jane Nelsen, autora de Disciplina Positiva, destaca que:


"Los errores son maravillosas oportunidades para aprender."


Enseñar a nuestros hijos con paciencia les permite entender que los límites no son castigos, sino guías para crecer con seguridad.


Cuidar de Ti Mismo para Cuidar de Ellos

En el ajetreo de las responsabilidades diarias, puede ser fácil olvidar que ser paciente también implica ser amable contigo mismo. Kristin Neff, pionera en el estudio de la autocompasión, destaca que practicar la amabilidad hacia nosotros mismos en momentos de agotamiento o dificultad nos permite extender esa paciencia y comprensión hacia los demás, incluyendo a nuestros hijos. Al cuidarnos emocionalmente, creamos un espacio interno más equilibrado para afrontar los retos de la crianza con serenidad y empatía.


Estrategias para Cultivar la Paciencia

  • Respiración Consciente

    Antes de reaccionar, respira profundo. Esa pausa te dará claridad para responder con empatía.

  • Validación Emocional

    Reconoce los sentimientos de tu hijo, incluso cuando no los entiendas. Un simple “sé que esto te frustra” puede cambiar el tono de la interacción.

  • Pequeñas Pausas

    Si sientes que estás perdiendo el control, aléjate por unos minutos para reenfocarte.

  • Expectativas Realistas

    Recuerda que los niños están aprendiendo y que equivocarse es parte de su desarrollo.

  • Modelo de Autocuidado

    Practica paciencia contigo mismo. Los días difíciles no definen tu capacidad como padre o madre.


Un Ejemplo Inspirador

Un estudio realizado por la Universidad de Stanford mostró que los niños que crecen en un entorno donde los padres practican paciencia tienen un mayor desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Cuando los padres responden con calma, los niños aprenden a regular mejor sus propias emociones.


Un Mensaje para Ti

La crianza es un viaje lleno de retos y aprendizajes. No estás solo. Cada elección paciente que haces fortalece el vínculo con tus hijos y les enseña lecciones que llevarán toda la vida.


Al final del día, recuerda esto: no necesitas ser perfecto, solo estar presente. Cuando eliges la paciencia, transformas no solo la relación con tus hijos, sino también quién eres como persona.


Agenda una visita guiada de ABCnMe, y únete a nuestra familia para darle a tu hijo o hija la mejor base para el mejor futuro.

Referencias:
  • Nelsen, J. (2006). Disciplina Positiva. Editorial EDAF.

  • Guerrero, R. (2021). Educación emocional y apego. Desclée De Brouwer.

  • Neff, K. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. HarperCollins.

  • Stanford University Study: The Role of Parental Patience in Emotional Development (2019).

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